Cerveza e HistoriaIntroducción: la riqueza exterior

24 febrero 2020by Ignacio Portillo

¿Es un viaje absurdo visitar Fobos, una roca fría y aparentemente vacía que orbita alrededor de Marte? Sería ignorante plantearlo así. ¿Pero qué hay en Fobos? No se sabe exactamente. Giran incógnitas y postulados en torno a esta luna, es cierto, pero esto es a veces lo único necesario detrás de ciertas misiones espaciales. Tan solo una pregunta y un postulado.

Cuando los ingenieros de la ERAST se plantearon el problema del suministro energético en los viajes espaciales durante la década de los 80, tuvieron que hacer un fuerte ejercicio de imaginación e ingeniería. Su proyecto principal consistía en proveer de energía a las lentas y largas misiones extra planetarias destinadas a la exploración y a diferentes tipos de experimentos, pero más allá de las cálidas fronteras de nuestra atmósfera, las fuentes parecen inexistentes, no hay materia y no es posible transportar combustible suficiente para proyectos largos.

Una bebida hecha a partir de malta de cebada, agua, lúpulo y levadura, no es solo un líquido para calmar la sed y otros males más complejos.

Sin embargo, aunque a cien kilómetros sobre la superficie terrestre parece haber sólo vacío, la luz solar sigue bañando los cuerpos, y fue justamente por ahí donde encontraron su solución. Gracias a este reto tan alejado de nuestras vidas cotidianas y nuestras ciudades, se desarrollaron las células fotovoltaicas de silicio, y hoy muchos hogares se nutren con placas fotovoltaicas que utilizan exactamente esta misma tecnología. Lo mismo aplica a una no despreciable parte de la energía que consumimos a diario. Además este no es el único legado que nos deja la carrera espacial. Velcro, termómetros fotosensibles, trajes ignífugos, monitorización ultrasónica en hospitales, comida deshidratada o radioterapias led, etc. forman una parte de la larga lista de hallazgos cósmicos.

Un viaje a Fobos no es solo un viaje. Una bebida hecha a partir de malta de cebada, agua, lúpulo y levadura, no es solo un líquido para calmar la sed y otros males más complejos. Y este espacio, por imitación, no quiere ser solamente el blog de una página de cervezas, sino que intentará ser un lugar que traspase algunos horizontes y donde quepan muchos y muy variados temas. Porque tal y como pasa con la cerveza, no es solo ella, es la cerveza y todo lo que la envuelve. También las personas que reúne, las situaciones que genera, las conversaciones que produce… Sí merece la pena hablar de cerveza, pero queremos eso y también ir mucho más lejos escribiendo de todo aquello que encontremos por el camino. Bien sea se trate del ambiente del bar de al lado como de la luna enana de un planeta vacío.

Esa es la filosofía. Y que esta entrada que inaugura el blog sea también declaración de intenciones. Queremos establecer que aquí hay hueco para todo tipo de temas y discusiones. Pretendemos hablar de cerveza, fabricación de cerveza, música, poesía, arquitectura, arte y diseño gráfico, de ciencia, ingeniería, estrategia empresarial, marketing, etc.

También queremos invitaros, lectores y lectoras, a que os paséis por aquí de vez en cuando, a ver qué aparece, y que pidáis participación si queréis hacerlo. Nos gustaría que esta pequeña parcela creciera con las aportaciones de muchas personas diferentes que escriban sobre muchos temas. Y si al final estos pequeños y humildes textos nos devuelven más de lo que habíamos pedido, podremos decir compartían alguna similitud con una verdadera misión espacial.

 

lgnacio Portillo Tuñón

Licenciado en Matemáticas

Socio fundador en AstroMona.